Coches de segunda mano

por | 6 noviembre, 2017

Hoy en día es un riesgo comprar un coche de segunda mano, sobre todo porque no sabes si realmente es de segunda mano, porque con un lavado de cara puede ser que lo que a priori tiene cinco años, puede llegar a doblar la edad y no saberlo. La verdad es que conseguir que un coche de segunda mano sea bueno es como una lotería, si tienes suerte el coche saldrá bueno, de los que no te dan ningún problema y de dártelo lo puedes solucionar enseguida con una visita a tudesguace y aquí paz y después gloria. También existe la posibilidad de que el coche que compres este muy cascado y en lugar de llevarte a casa un buen coche te lleves un cacharro que anda por que no le queda más remedio. La verdad es que es un juego de azar, unas veces se gana y otras desafortunadamente se pierde. Son pocas las veces que los coches salen malos, me refiero a que enseguida se averían y te gastas una verdadera pasta en desguaces y talleres mecánicos, cada vez se controlan más los coches que se venden de segunda mano, cada vez son menos los engañados por esta práctica, cada vez esta mas controlado el negocio de los coches de segunda mano.

Para que todo vaya bien lo mejor es comprar el coche en los lugres adecuados, en sitios que te dan garantía, en concesionarios o talleres de confianza, en lugares en los que poder reclamar si algo sale mal, en lugares en los que todo se haga de una manera transparente, legal y con garantías.
Todo lo que compramos debería de estar sujeto a una garantía, un coche no debe de sr una excepción, deben de tener la misma garantía que un televisor o una lavadora, por si acaso nos curamos en salud y si al coche le pasa algo en un periodo de tiempo no inferior a un año, el que se tienen que hacer responsable es el vendedor, no es mucho pedir si el coche que se vende está en la mejores condiciones y las cosas están buen hechas.
Si vas a comprar un coche de segunda mano y no te dan una garantía mínima, desconfía, algo huele mal, piénsatelo un par de veces y si no estás muy convencido no lo compres, más vale remediar antes que lamentar después.